Margarita Stolbizer presentó su propuesta que, a diferencia de la de Recalde, no establece un criterio general sino negociaciones por empresa.
El proyecto plantea un ángulo completamente diferente al de Recalde, toda vez que no establece un criterio general y universal al que deben someterse todas las empresas, sino que propone una negociación del tipo empresa por empresa, para lo cual se crearía en cada una de ellas un consejo constituido “por los delegados elegidos de manera directa por los trabajadores” y que sería “soberano para celebrar los respectivos acuerdos entre ambas partes, debiendo además resolver todos los aspectos relacionados con la relación de trabajo, y asumiendo de manera particular la situación propia del ámbito de actuación”. Como los consejos tendrían injerencia en otra cantidad de aspectos de la relación empresa-trabajo, queda la duda de si no se está ante un proyecto que deriva poder desde los convenios colectivos hacia las comisiones internas.
“Estamos haciendo una propuesta integral, con el ánimo de contribuir a un debate que se debe a la democracia argentina, y del que deben participar” el Estado, los trabajadores y empresarios, “de la misma manera que la Organización Internacional del Trabajo discute todos sus convenios”, señaló Stolbizer en un comunicado.
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