La Cámara alta sancionó el proyecto de ley que modifica el Código Civil y establece la reducción de la mayoría de edad de los 21 años a los 18, el cual había sido aprobado por el Senado en diciembre pasado y votado favorablemente por Diputados aunque con modificaciones.
“La reducción de la mayoría de edad de los 21 a los 18 años era una deuda del Parlamento con los jóvenes argentinos. El contexto actual permite que los jóvenes se incorporen más tempranamente a la vida activa, realidad que confronta con una legislación anacrónica que impide a los menores de 21 años ejercer plenos derechos en materia civil y comercial”, sostuvo el senador socialista Rubén Giustiniani, autor de la iniciativa.
Cabe recordar que el debate en la Cámara baja, la presidenta de la Comisión de Legislación General, Vilma Ibarra, había asegurado que “pone a tono la legislación nacional con la de países como Alemania, Canadá, España, el Reino Unido, Chile y Uruguay, y amplía las capacidades de los jóvenes de entre 18 y 20 años (hoy, casi dos millones, según el último censo nacional)”.
De acuerdo con el nuevo texto, serán consideradas menores de edad “las personas que no hubieren cumplido la edad de dieciocho años”.
La posibilidad de contraer matrimonio, de comprar o alquilar una propiedad sin tener que demostrar que es producto de su trabajo ante un escribano y de obtener la patria potestad de sus hijos aun sin estar casado entre los 18 y los 21 años son algunas de las disposiciones de la norma.
Por ende, los jóvenes también seguirán habilitados para ir a la guerra o para tramitar el permiso para portar armas a partir de su cumpleaños número 18.
Los padres o tutores deberán, sin embargo, proveer la manutención de los hijos y su obra social hasta cumplir los 21 años.
Voces a favor y en contra
A pesar del consenso alcanzado, el camino del proyecto fue sinuoso. Presentado en 2005 en el Senado, fue aprobado a fines de ese año, pero Diputados no lo trató hasta que caducó, el año último. El Senado insistió y logró su aprobación en diciembre de 2008, y logró un consenso casi unánime: sólo el kirchnerista Guillermo Jenefes (FpV-Jujuy) se opuso a su aprobación.
En el plenario de comisiones se alzaron voces discordantes, como las de los diputados ultrakirchneristas Diana Conti y Luis Cigogna, quienes cuestionaron la “madurez” de un joven para tomar decisiones a los 18 años.
Sin embargo, el espíritu de ambas comisiones fue totalmente contrario. Así lo reflejó el diputado cercano al cobismo Norberto Erro, quien aseguró que “hoy los jóvenes están más preparados para afrontar la realidad”.
En cambio, la diputada kirchnerista Ana Berraute sostuvo que “la maduración tiene que ver con la capacidad de independencia económica de sus padres” y en la actualidad los jóvenes “están más condicionados por las relaciones humanas de un mundo con nuevas formas del capitalismo en su etapa consumista”. Y remató: “los jóvenes de hoy están más desprotegidos que nosotros”, lo que fue apoyado por Conti y Cigogna.
Ante estas consideraciones que evidencian diferencias en el bloque del Frente para la Victoria, Ibarra afirmó que “el rito de inicio -o maduración- es la responsabilidad y la capacidad que ya tienen al trabajar sin autorización de los padres”. “Muchos jubilados no son independientes económicamente y no por eso no tienen capacidades; nosotros no ponemos el criterio en la independencia económica”, concluyó la diputada de Encuentro Popular y Social, lo que fue convalidado por los otros diputados restantes.
“La Convención Internacional del Niño establece que se entiende por niño a todo ser humano menor de 18 años de edad. Con estas iniciativas se busca adaptar la legislación nacional a los tratados internacionales a los cuales adhieren la Argentina y los países del Mercosur”, afirmó Ibarra.
En este sentido, la jefa de bloque del socialismo en Diputados, Silvia Augsburger, consideró que “este proyecto es un avance que da coherencia integral a nuestra legislación interna”. Luego de un largo debate de más de una hora y media, se firmó el dictamen de mayoría.
Ahora, luego de la aprobación de este miércoles en la Cámara baja, el Senado deberá definir la mayoría de edad a los 18 años.
Los efectos
Posibilidades. La nueva legislación permitirá a quienes hayan cumplido los 18 años casarse sin el consentimiento de sus padres, firmar un contrato de alquiler o comprar una propiedad, viajar al exterior sin necesidad de permisos, obtener la patria potestad de sus hijos y tramitar un permiso para portar armas. Todas estas facultades están reservadas, por ahora, para los mayores de 21 años.
Imputabilidad. El proyecto de ley pronto a aprobarse no implica ningún cambio en el Código Penal, con lo cual la edad de imputabilidad no se modifica.
Manutención. A pesar de los cambios, los padres o tutores deberán proveer la manutención de sus hijos hasta los 21 años, al igual que la cobertura médica.
Equilibrar con la región. Buena parte de los países del mundo fijan la mayoría de edad a los 18 años, salvo excepciones. Este proyecto de cambio había sido presentado en el Senado por el socialista Rubén Giustiniani, en 2005, y sólo este año pudo tratarse.
Aggiornamiento. La Convención Internacional del Niño establece que se entiende como tal a todo ser humano menor de 18 años. Con estas iniciativas, según la opinión de los legisladores, se busca adaptar la legislación nacional a los tratados internacionales a los cuales adhieren la Argentina.
Alcance. Este proyecto busca ampliar las capacidades de unos dos millones de jóvenes de entre 18 y 20 años que, por ahora, no pueden realizar muchas actividades cotidianas.
Fuente: elparlamentario.com
Anónimo dice
¡Qué bueno! Nunca pude lograr que el padre de mis hijas (del que me separé cuando tenían 5, 7 y 9 años) pusiera un solo centavo para mantenerlas. Ahora tienen 17 (casi 18), 20 y 22 y a las dos "nuevas mayores de edad" tengo que seguir manteniéndolas aunque tienen derecho de hacer lo que se les plazca sin consultarme.